patagonie

Jorge González : un autor original

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Par Julie Cadilhac -Mar Bresson – bscnews.fr/ «Dear Patagonia» es un fresco histórico de 288 páginas. En él descubrimos la Tierra de Fuego poblada de viento, de silencio y de fantasmas indioamericanos.

propos recueillis par

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Novela, libro-mundo, fiel a la gran tradición literaria sudamericana, en el que respiran indios y colonos, tenderos y un cineasta alemán, exiliados, campesinos y urbanos. El guión, nacido de la imaginación conjunta de Alejandro Aguado, Hernán González y Horacio Altuna en compañía de Jorge González, es de una profunda riqueza y humanidad. El dibujante argentino (que BSCNews recibió por su brillante «Fueye» en 2010) y sus compañeros de pluma evocan los grandes espacios de la Patagonia a través de un entrelazado de destinos individuales: al filo de generaciones y de filiaciones más o menos felices, el espíritu brutal de los pioneros se disuelve en existencias sin relieve, el mundo contemporáneo se impone, los mayores pierden el aliento, la singularidad de una tierra muerta.
La lectura de esta obra es desde luego exigente ya que la mente del lector debe ser capaz de franquear las épocas, captar los guiños históricos (aunque un glosario aparece al final del libro), no sorprenderse por las elipsis repentinas y poder pegar los trozos de esas existencias irrisorias o romanescas. Pero el universo pictórico del ilustrador es fascinante por sus rupturas de estilo, de ritmo y de tonalidad y cada una de sus viñetas, cuya compaginación es a menudo indisciplinada, es un lienzo vivo que nos sumerge en una epopeya poco conformista. Jorge González es un autor profundamente original en los temas y las formas que se apropia , su trabajo es apasionante no sólo por sus referencias históricas,su escritura reflexiva y su sintáxis elegante sino también por su calidad y su singularidad gráfica.
Por eso nos sentimos orgullosos de recibirle este mes. Estas son las explicaciones que nos ha confiado desde Barcelona.

Para dibujar la Tierra de Fuego, ¿supongo que primero se empieza por ir a perderse en ella ? ¿Qué recuerdos sensoriales se trajo a Barcelona de ese (o esos) periplo(s) ?
He viajado por el sur patagónico algunas veces pero nunca estuve en Tierra del Fuego (siento decepcionarte), es una cuenta pendiente. Mis imágenes de ellas son televisivas, cinematográficas o fotográficas, también de relatos. Quizás solo haya querido contar una « atmósfera ».

¿Y qué recuerdos humanos ? ¿Un encuentro con los Mapuches, Telhueches ? ¿Alguna anécdota que contar ?
Me he cruzado con muchos de ellos pero nunca los diferencié como Mapuches o Tehuelches, están allí al igual que estamos los demás. Con el tiempo y con el crecimiento de mi conciencia y curiosidad fui dándome cuenta de nuestras diferencias en muchos niveles. Me hubiera gustado regresar a esos años y preguntar o acercarme a su mundo de otra manera. A través de la vivencia de Alejandro Aguado (autor del guión del último capítulo) y de la empatía que tenemos con respecto al tema de los pueblos originarios, me acerqué nuevamente a esa parte de nuestra historia y geografía.

En sus dibujos, Tierra de Fuego aparece como una tierra extremadamente salvaje, áspera – más bien inhóspita, por cierto- y poblada de seres oscuros y/o perseguidos…¿una tierra que todavía hoy en día es portadora de una Historia que pesa como una losa ?
Esa historia está bajo tierra, guardada en el cuerpo de quienes la portan (creo que en todas las culturas ocurre lo mismo). Se lleva en secreto y de alguna manera es la forma que encontraron de mantenerla viva. Eso siempre está latiendo y poco a poco va encontrando su espacio. El que hoy nuevamente se hable de los pueblos originarios nos lleva a reflexionar acerca de lo que pudo haber sucedido en aquellos años, de la memoria perdida de esa tierra o incluso ir más hacia atrás y analizar la época de la conquista española.

Usted multiplica la variedad de materias y de escrituras, esbozos, dibujos más finalizados, dibujos tipo prensa, bocadillos, textos acurrucados en los huecos de las páginas. ¿Este lado « popurrí » forma parte integrante de su expresión ? ¿Por este medio desea sorprender sin cesar al lector, obligarle a permanecer activo en su lectura ?
Es probable que por momentos parezca una lectura exigente aunque mi intención solo proviene de darme la posibilidad de contarme en mis distintas versiones y posibilidades.

No decirlo todo, emplear elipsis, sugerir,…¿es su receta para mezclar abiertamente la historia de los hombres y la Historia ?
Prefiero que el lector arme esos espacios y los asocie a su manera. Me gusta leer libros que piensen en esa clase de estructura y cuando encuentro la oportunidad de contar algo no puedo hacerlo de otra manera.

¿Una tierra de conquistas guarda cicatrices que dificilmente puede comprender un europeo ?
Lo puede comprender, como todos en el fondo comprendemos la mayoría de las cosas que hacemos los humanos…pero como si fuera un cuento sin órganos, sin experiencia física. Es muy difícil alejarte de tu cabeza o de tu manera cultural sino te pierdes durante años en otro mundo, una vivencia que entre dentro tuyo como una bala y que de alguna manera desestabilice tu conciencia y finalmente desarrolle una parte íntima desconocida. La experiencia física es más intensa y compleja que la intelectual, ahí está la verdadera aventura.

En el corazón de esa naturaleza solitaria, usted cuenta los destinos cruzados de familias, individuos a través de pinceladas no exhaustivas ,¿para volver a sitúar al humano en el centro del cuadro ?
La atmósfera patagónica estuvo, está y estará…y la gente la va cruzando…Quería contar cómo ese espacio permanente e infinito atraviesa a cada uno de diferentes maneras. Para algunos tanto espacio genera una prisión, a otros los empuja a replantearse su vida, otros solo ven dinero y posesión de tierras, otros solo se complementan con ella y son con ella…

¿Cada uno es el portador de un carácter-tipo de la Patagonia ? Los indios no son protagonistas, ¿por qué ?
Los indios no son los protagonistas pero su historia está siempre circulando en el libro. Son parte orgánica de la zona. Ellos estuvieron antes y los conquistadores los masacraron, los despojaron de su manera de vivir y de ver el mundo. Eso está en el comienzo y con el paso de la historia van perdiéndose en algo que no conocen y los adaptan a la fuerza y así logran sobrevivir como « zombies », pierden su centro. Sobre el final, el personaje del boxeador, intenta reencontrarse con el mundo de sus antepasados, con cierta torpeza por cierto, y al igual que Alejandro Aguado y su bisabuelo cacique Tehuelche de alguna manera lo logran, viven cierto regreso al inicio.

¿Varios guionistas para esta obra ? ¿Personajes literarios inventados ? ¿Es un guiño deseado a la gran tradición literaria sudamericana ?
Me gusta compartir mi trabajo con gente que puede hacer un libro mejor que el que tengo en mente. Sus ideas o cosas que a mi no se ocurrieron pasan a ser necesarias y con muchas conversaciones buscamos la mejor manera de que estén asociadas. Alejandro Aguado y su historia personal, Hernán González y su surrealismo, Horacio Altuna y su pincelado política en los 70.

En efecto, usted hace decir a Alejandro que el habitante de la Patagonia no se expresa mucho en la literatura y que sólo tenemos de la Patagonia la mirada de los cronistas de siglos pasados o la de los extranjeros…
Es cierto, está la visión del extranjero que se pasea por lo exótico, una típica primer mirada que todos tenemos ante lo diferente. No deja de ser interesante pero la mirada autóctona sigue bajo tierra. Algunos cronistas y personalidades más sensibles de la época pudieron contar lo que sucedía allí y transcribirlo de alguna manera. Estudiosos de su lengua, historiadores, colonos, etc.

Usted mezcla con toques sutiles la Historia de la Patagonia y la de Argentina…¿el fruto de un largo trabajo de documentación ? ¿Podría citarnos un hecho histórico del que deseaba hablar a toda costa en esta novela gráfica ?
Vengo leyendo Historia argentina desde hace muchísimo años pero es cierto que me faltaba profundizar en el tema patagónico. Fui encontrando libros increíbles y muy particulares como por ejemplo « Memorias de un carrero patagónico » de Asencio Abeijón… el resto de ellos me los fue enviando Alejandro Aguado y otros amigos que viven en el Sur argentino. A medida que iba haciendo la novela gráfica, los libros que iba leyendo empujaban a replantearme muchas páginas o a ir cambiando el destino de la historia. No hay un hecho histórico concreto al que quiera apuntar, sino como una zona de mi país va pervirtiéndose y haciéndose más compleja, pierde cierta « naturalidad » y de pronto se ve dentro de intereses económicos y políticos nunca imaginados.

Mirando hacia tierras sudamericanas, ¿desea igualmente hablar de momentos históricos menos abordados por los escritores que los de las grandes tragedias del siglo XX ?

Sudamérica es algo a descubrir, en todos los sentidos. Cualquiera que viaje a ese continente y tenga ganas de perderse un poco, puede darse cuenta del misterio que lleva dentro…y sobre todo esa sensación de « nuevo », de que está todo por hacerse. Para mí es un placer bucear en su historia.

¿Desea sobretodo abrir el mundo a una cultura que le fascina y le obsesiona explicable o inexplicablemente?
Es de donde vengo, es mi manera de explicarme, de seguir « sosteniendo » mis referencias en una cultura que vive otras cuestiones. Imposible ser otro, no?

Evoca dos comunidades indígenas esenciales : los Mapuches y los Tehuelches. En algunas palabras para nuestros lectores, ¿qué diferencias y similitudes ?
Antes de la Conquista del Desierto, la zona era un área de transición de dos razas indígenas muy diferentes entre sí. Una provenía de la zona pampeana y la otra de la zona andina del Pacífico: los Tehuelches y los Mapuches argentinos y chilenos. Los tehuelches habitaron desde el río Colorado hasta los canales magallánicos. Eran de vida nómade, cazadores de guanacos y avestruces. Su vida estaba condicionada por un medio muy hostil: terribles vientos, inviernos muy fríos y escasez de agua, lo que les impidió cultivar la tierra. Los Mapuches tenían un superior nivel cultural al ser de costumbres sedentarias. Eran cazadores y agricultores, con conocimientos de tejidos y alfarería. Los Mapuches habitaban originariamente en territorio chileno. En el siglo XVIII, empujados por los invasores españoles, aprendieron a montar a caballo y se trasladaron a otras tierras. Entraron así en la Patagonia argentina, lo que marcó el comienzo de la agonía de los Tehuelches. Ocuparon el norte de la Patagonia y el sur de la llanura pampeana, se mezclaron con los tehuelches y los pampas y, dado que eran más evolucionados culturalmente y mucho más belicosos, les impusieron sus costumbres y su lengua, y terminaron por avasallarlos. Esto, sumado al exterminio español y a la incorporación rasgos culturales del blanco, determinó el fin de los Tehuelches.
Algunas de las actuales agrupaciones son descendientes de núcleos originarios, con líderes o caciques, otras se construyeron sobre la base de familias dispersas y cruzamientos.

En el episodio de 2002,evoca numerosos dramas humanos : las parejas que utilizan la cirugia estética para parecerse a Angelina Jolie y Brad Pitt, el hombre que se amputa para cumplir con el peso, una niña a la que acusan de dar de comer una salchicha a un perro salchicha, un iluminado que declama discursos sobre el nacional-socialismo a unas cabras…¿el deseo de mostrar un mundo que no funciona ? ¿De señalar una sociedad que no consigue combinar sus propias costumbres y las aportadas por el resto del mundo ?

El ánimo del libro es de menos a más, va yendo hacia lo delirante, hacia un surrealismo violento, como si todo perdiera su eje. El Buenos Aires del 2001, el del « Corralito bancario », donde toda locura era posible, genera la excusa de devolver a los personajes del capítulo a la Patagonia, uno para escaparse de la policía, el otro, perdido en todos los sentidos, para « encontrarse consigo mismo ». Llegan a una Patagonia que ha ido cambiando mucho desde el inicio del libro.

¿Cuál es su visión de la Patagonia contemporánea ?
Su geografía es infinita y me gustaría volver a recorrerla con mucho tiempo por delante y con mi familia. Perderme en ese espacio y aprovechar mejor ese regalo. Es una zona muy extensa y con poquísimo habitantes, le queda mucho por decir aún. Con respecto a los pueblos originarios en estos momentos su diálogo con los gobiernos de Argentina y Chile es mucho más fluido que años atrás. Hay cierta reivindicación pero está claro que es insuficiente.

Y por fin, su aparición al final de la aventura para charlar con Alejandro, ¿es un guiño a los lectores de « Fueye » ? ¿una manera de darles noticias suyas ?
Algo de eso habrá, respondí preguntas atrás diciendo que me gustaba contarme en los más yoes posibles.

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